lunes, 19 de diciembre de 2011

18.- LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ

Abordando en la calle
Introducción: Desde el final de la primera mitad el siglo XIX han surgido en Norteamérica un grupo considerable de sectas: Adventistas, Mormones, Testigos de Jehová, Pentecostales, etc., que coinciden en reclamar para sí mismas la posesión de la verdad de Dios, con exclusión de las demás y, sobre todo, de las Iglesias Católica, Protestante y Ortodoxa.
Dios nos ha revelado su verdad por medio de su Hijo, Cristo Jesús “ He venido al mundo para dar testimonio de la verdad (Jn 18, 37) Él, con su autoridad divina, fundó la auténtica Iglesia y la hizo guardiana y transmisora de la verdad de Dios. “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt 13, 18) “Apacienta mis ovejas” (Jn 21, 17) “Dios quiere que todos los seres humanos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1 Tim 2, 4), porque la verdad salva y el error separa de Él y conduce a la perdición.
MIS INTENCIONES:
 En este pequeño trabajo sobre los Testigos de Jehová busco, ante todo, instruir para:
1.- Evitar que mis hermanos en la fe caigan en el error.
2.- Ayudar a los que ya han caído para que puedan descubrir su error y vuelvan a la fe.
3.- Desenmascarar las doctrinas de los Testigos de Jehová y dar testimonio de la verdadera doctrina. No dudo de la sinceridad de los testigos misioneros con los que, a diario, me cruzo en la calle, pues, supongo que desconocen mucho de lo escrito más abajo; pero creo muy interesante exponer sus doctrinas y dejar patente la sinceridad (¿?) del fundador y de los altos dirigentes.

CAPÍTULO PRIMERO: Historia de los Testigos de Jehová
1.- El nombre:
Al principio se les reconocía por “Ruselistas”, por ser Russell su fundador. También usaron el de “Estudiantes de la Biblia”, nombre utilizado como pantalla para ocultar el hecho de ser una secta, no una iglesia, y para atraer a muchos incautos. Este nombre fue común a varias sectas que lo emplearon con el mismo objetivo. El año 1931 adoptaron oficialmente el nombre de Testigos de Jehová, sacándolo de Isaías 43, 12: “Vosotros sois mis testigos –oráculo de Yahveh – y yo soy Dios”.
El problema planteado no tiene que ver con la traducción sino con la pronunciación del nombre de Dios. Los israelitas, por respeto, no escribían ni pronunciaban el nombre de Dios, sino que decían “Adonai” (Señor). El nombre Jehová no existe en el idioma hebreo. Para escribir, en lugar del nombre de Dios, ponían un tetragrama de cuatro consonantes y ninguna vocal: YHWH, que no tiene traducción. En el siglo XIII a.C., o sea, más de 2000 años después de que los israelitas comenzaran a referirse a Dios, añadieron las vocales “a-o-a” al tetragrama YHWH. De esta unión viene la pronunciación del nombre de Dios como Yahveh, aunque los Testigos de Jehová dicen que se pronuncia Jehová.
Los mismos Testigos de Jehová reconocen que “muchos doctos hebreos modernos prefieren dar al nombre la pronunciación Yahveh”

¿Cuál es el nombre de Dios en el Nuevo testamento?
En el original griego no figuran las palabras Yahveh y Jehová, lo cual es sumamente extraño si, como dicen los Testigos, es indispensable pronunciar el nombre de Jehová para poder salvarse.
En el Nuevo Testamento se emplea la palabra “Kyrios”, que significa Señor, tanto para referirse a Dios como a Jesucristo. Los Testigos, cuando “Kyrios” se refiere a Dios, la traducen por Jehová (bonita manera de honrar a Dios cambiando su nombre) y, cuando se refiere a Cristo, conservan la traducción de Señor.
Jesús nos reveló un nuevo nombre de Dios: Padre. (Mt 6, 9) Este nombre aparece en muchos textos del Nuevo Testamento.
Otro nombre de Dios en el Nuevo Testamento es Amor (1 Jn 4, 16) Jesús, al enseñarnos a llamar a Dios con los nombres de Padre y Amor, reveló la profundidad de la Nueva Alianza, en la que llegamos a ser hijos de Dios, (Gal 4, 5-6). La sangre de las víctimas derramada sobre el altar y el pueblo ratificaba la Antigua Alianza entre Yahveh y el pueblo de Israel; la sangre de Cristo, derramada en la cruz, ratifica la Nueva Alianza entre Dios Padre y sus hijos adoptivos por la fe en Cristo.
“Tomó Moisés la sangre, roció con ella al pueblo y dijo: Esta es la sangre de la Alianza que Yahveh ha hecho con vosotros” (Ex 24, 8) “De igual modo, después de cenar, (Jesús tomó) la copa, diciendo: Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que va a ser derramada por vosotros” (Lc 22, 20) Los cristianos somos “testigos” de Cristo resucitado. “Seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, y hasta los confines de la tierra” (Hch 1, 8) “Vosotros sois testigos de estas cosas” (Lc 24, 48) “Id y haced discípulos míos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt 28, 19)

2.- El fundador de los Testigos de Jehová: Charles Taze Russell
 Nació en Pittsburg, Pensylvania, Estados Unidos de Norteamérica, en 1852. Sus padres eran presbiterianos (una rama de los protestantes) y lo educaron en su misma fe. Como él mismo confesó, “a los 16 años perdió la fe y era un completo escéptico” (Diccionary of American Biography, vol XVI, 1955).
Un año después, tras oír las predicciones sobre el fin del mundo, se hizo adventista. En 1870 organizó, en su ciudad natal, un curso para el estudio de la Biblia. Se interesó profundamente en los estudios de William Miller, el fundador de los Adventistas, sobre la segunda venida de Cristo, según los cuales se tenía que haber producido en 1843 o en 1844.

Russell, ¿el profeta? fracasado
Russell quedó impactado por el clima de espera que dichos estudios habían provocado en la gente y, aunque comprobó que eran falsas las profecías de Miller, puesto que no se habían cumplido, él llegó a una conclusión luminosa: Miller no había sabido sacar la verdad contenida en las Sagradas Escrituras, él la sacaría, convencido de que los cristianos de todos los tiempos habían interpretado erróneamente la Biblia, porque sólo él tenía la luz de la verdadera interpretación.
Se autoproclamó “único intérprete de la Biblia” y, aunque no sabía arameo ni griego, que son las lenguas originales de la Biblia, se aprovechó del estado de ánimo de la sociedad y fundó, en 1879, una nueva agrupación religiosa, la Sociedad Bíblica de la Atalaya (The Watchtower Bible Tract Society), hoy conocida como Los Testigos de Jehová.

Los periodos de la historia de la humanidad:
1º. Desde la creación al diluvio: Es el fracaso del plan de Dios y el predominio de Satán.
2º. Desde el diluvio hasta la muerte de Cristo: Mayor limitación al poder de Satán.
3º. Desde la muerte de Cristo hasta el año 1914: Sólo se salvaron 144.000 personas, a las que denominan “los ungidos”. Posteriormente presentó los dos periodos del futuro:
4º. Desee 1914 a 2914: Reinado milenario de Cristo en la tierra. Durante este tiempo resucitarán los muertos, uno tras otro, los irreductibles serán aniquilados, los Testigos no ungidos vivirán eternamente en la tierra y los 144.000 verdaderos Testigos de Jehová tomarán posesión de su lugar en el cielo.
5º. El año 2914 será el final del reino milenario y todo se habrá cumplido, la nueva tierra y los nuevos cielos estarán establecidos para toda la eternidad. Se autonombró “pastor” de su grupo, pues él era el más grande de los siete mensajeros que Dios había enviado para iluminar a los que viven en las tinieblas y preparar el reinado milenario de Cristo.
Escribió los “Estudios de la sagrada Escritura”, de los que dice: “Quiensolamente lee la Biblia , en dos años vuelve a las tinieblas. Al contrario, si lee los Estudios con sus citas, aunque no haya leído una sola página de la Biblia, al final de dos años estará en la luz” (La Atalaya, 15 de septiembre de 1910) Su especialidad fue citar la Biblia reuniendo textos tomados de diferentes contextos. Usando ese ardid, cualquier cosa puede probarse con la Biblia.
Para ver la falsedad de ese sistema, pongamos un ejemplo: “Judas se retiró, fue y se ahorcó” (Mt 27, 5), “Vete y haz tú lo mismo” (Lc 11, 37) “Este es el mayor y primer mandamiento” (Mt 22, 38) Sobran los comentarios.
Llegó el año 1914, en que Cristo debía reunir su rebaño y dar comienzo el milenio de felicidad; se acabarían todas las Iglesias, en especial la Católica, todos los gobiernos, los bancos y las escuelas. Pasó el año y no sucedió nada. Al contrario, del año 1914 al 1918, la humanidad fue sacudida por la primera guerra mundial, que sembró muerte y sufrimiento.
Frente a fracaso tan rotundo, Russell volvió a estudiar la Biblia y llegó a la conclusión de que, efectivamente, Cristo había regresado en 1914, pero de forma desapercibida, había luchado contra Satanás y lo había arrojado a otro lugar, desde donde seguía haciendo el mal. Más tarde, los Testigos de Jehová han reinterpretado lo del año 1914 como “ el principio de los últimos días”. Lo que no deja de ser una escapatoria ambigua.

Russell, el hombre “ejemplar”
En 1906, la esposa de Russell solicitó, con éxito, el divorcio por causa de su “orgullo, egoísmo, carácter dominante y conducta indecorosa en relación a otras mujeres”. Obtuvo una compensación de 6.036 dólares. La Corte censuró a Russell por su conducta insultante, dominante y despótica. En 1913, Russell, sin éxito, demandó por daños y perjuicios al periódico The Brooklyn Daily Eagle por haber escrito que vendía trigo, según él, milagroso porque producía cinco veces más que el normal. Efectivamente vendía su trigo a 60 dólares el “bushel” (medida de 27 kilos, que en aquella época se vendía a un dólar).
Sus seguidores compraron grandes cantidades; hasta el Departamento de Agricultura compró una parte con la que pretendía revolucionar la agricultura. Lo sembraron los técnicos en buenas condiciones y esperaron. A su término, descubrieron que la producción era normal, por lo que acusaron a Russell y fue a parar a la cárcel. Russell murió en 1916, en un viaje en tren de Los Ángeles a Brooklin.

3.- Joseph Franklin Rutherford, segundo Presidente
Se le conoce por “el Juez”, aunque solamente era secretario de la corte y había sustituido una vez al verdadero juez durante cuatro días.
Rutherford empezó su mandato cambiando muchas cosas, pues no estaba de acuerdo con las enseñadas por Russell, al que, poco a poco, fue relegando al olvido y borrando de la mente de sus seguidores. Russell era partidario del gobierno democrático y del principio “una persona, un voto”. Rutherford lo combatió anunciando que Jehová le había dicho que quería gobernar al pueblo por medio de él. Jehová le comunicaría sus deseos y él los haría llegar a las multitudes.
Rutherford aplazó la venida de Cristo a 1918, y, al no suceder nada, dijo que él se había referido al templo especial de los 144.000 elegidos, al que Cristo había vuelto para purificarlo. Durante la guerra de 1914 a 1918 tuvo problemas con la justicia por oponerse al servicio militar e incitar al pueblo a levantarse contra el gobierno. Esto le supuso nueve meses de cárcel, de la que salió lleno de ira contra el clero cristiano, al que hizo culpable de sus desgracias.
Dio a los testigos de Jehová el carácter agresivo contra el cristianismo, en especial, contra la Iglesia Católica, a la que condenó en una gran campaña de conferencias por las emisoras de radio. Para Rutherford, la Iglesia Católica es la principal enemiga de Dios; su Jerarquía es la “prostituta y la madre de todas las abominaciones de la tierra”.
En 1931, cambió el nombre de la secta a Testigos de Jehová, los renovó e introdujo una gran variedad de doctrinas. Publicó una edición de la Biblia, en la que eliminó la palabra “Dios”, cambiándola por Jehová.

Rutherford ¿profeta?
Heredó de Russell la inclinación a hacer grandes profecías y a fijar fechas para los eventos apocalípticos. “El Harmaguedón está al llegar”, profetizó. Y todavía lo siguen repitiendo los actuales Testigos de Jehová. En 1914 hizo esta famosa profecía: “Millones que ahora viven nunca morirán”. Desde entonces han pasado noventa años y ya viven muy pocos y vivirán menos a medida que pasen más años. Durante muchos años anunciaron en sus revistas que el Harmagedón o segunda venida de Cristo y fin del mundo ocurriría en 1914, después en 1925 y más tarde en 1975.
Después se ha mantenido la nueva fecha en secreto, suponiéndose para 1992, aunque ahora, pasados doce años, admiten que sólo el Señor conoce el día y la hora, pero que quedan pocos días y hay muchas señales que así lo atestiguan.
Profetizó que, para el año 1925, resucitarían los grandes patriarcas del Antiguo Testamento. Estos hombres justos no irían al cielo, su premio sería vivir en el Nuevo Orden de la tierra para, desde allí, supervisar el Paraíso terrenal. La justicia del dios Jehová queda en entredicho ya que premia con el cielo a los líderes fundadores de los Testigos de Jehová, que fueron falsos profetas y estaban llenos de odio y mentiras, y, en cambio, condena a la tierra a los justos del Antiguo Testamento, que probaron altamente su fidelidad a Dios.
En la espera de la venida de los patriarcas hicieron grandes preparativos. En San Diego, California, construyeron una gran mansión, llamada Beth Sarim, que significa, en hebreo, Casa de Príncipes, plantaron palmeras, olivos, higueras y otras plantas propias de Tierra Santa, con el fin de que los patriarcas se sintiesen como en su casa. Esperaron .... y esperaron...; pero los patriarcas no aparecieron.
En 1931, pensando que una casa tan buena no podía desaprovecharse, Rutherford se instaló en la mansión y vivió en ella hasta el día de su muerte, en 1942. Su lujoso estilo de vida fue criticado por algunos de sus seguidores y la mansión de Beth Sarim fue vendida, poniendo fin a un capítulo vergonzoso de la historia de la secta.
Fechas inventadas y profecías incumplidas. Así lo explicó, más tarde, Frederick Franz, cuarto presidente de los Testigos de Jehová: “Los cálculos de Rutherford partieron de la creación de Adán, pero no contaron con la creación de Eva, por tanto, hay que retrasar las fechas. ¿Hasta cuándo? Según las últimas actitudes de los Testigos de Jehová, el Harmagedón puede llegar en cualquier momento. A pesar de todo, durante la presidencia de Rutherford, los Testigos de Jehová crecieron enormemente y le siguen considerando como uno de los hombres más iluminados de la historia, no menos que Jesucristo.

4.- Natan Homer Knorr, tercer presidente 
Knorr fue completamente distinto de sus predecesores. Ante todo, fue un hombre de negocios; a él se le debe la actual organización de la secta y la creación de un cuerpo profesional de misioneros, perfectamente entrenados en las técnicas de captación de nuevos adeptos. Frente a las fuertes reacciones que había provocado la actitud descarada de Rutherford en los gobiernos e Iglesias cristianas, a los que tildaba de “satánicos•”, Natan Knorr aconsejó guardar un tono agradable en las conversaciones, tratar de ser persuasivos y convincentes, nunca indiscretos y dogmáticos. (Lástima que no aconsejara que los misioneros no fueran tan “pesados”).

CAPÍTULO SEGUNDO: La Biblia de los Testigos de Jehová

1.- La Traducción del Nuevo Mundo (en adelante TNM)
En 1961, durante la presidencia de Knorr, se hizo la traducción de la Biblia a la que denominaron “Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras Hebreas y Griegas” (TNM). El cuerpo gobernante de los testigos de Jehová creó un organismo denominado “Comité de Traducción del Nuevo Mundo”, de cuyos componentes resulta imposible obtener alguna información y menos saber cual es su preparación.
Bajo el pretexto de que la traducción no ha sido realizada para glorificar a las personas sino a Dios, la Sociedad Watchtower se niega a revelar sus nombres, aduciendo que es su voluntad mantenerse en el anonimato. Sin embargo, ha podido saberse que los miembros que integraron dicho comité fueron Frederick Franz, Natan Homer Knorr, Albert Schoeder, Milton Henschel y George Gangas, sin que ninguno de ellos tuviera conocimientos mínimos de interpretación bíblica, ni de los idiomas hebreo, arameo y griego, para realizar dicha labor. El manejo arbitrario del comité traductor quedó descubierto por Raymond Franz, sobrino del expresidente Frederick Franz, quien, después de haber integrado el grupo gobernante de la Sociedad, la abandonó y escribió un libro titulado “Crisis de conciencia”, en el que relata sus vivencias.

2.- ¿Qué opinan los especialistas en la sagrada Escritura de la TNM?
Un sinfín de ellos se ha pronunciado de forma terminante: “La traducción del Nuevo Mundo es inaceptable”. Veamos algunas opiniones:
a)”No es una traducción objetiva del texto sagrado... sino una obra llena de prejuicios que han metido de contrabando en el texto de la Biblia hasta hacer toda una serie de doctrinas particulares del jehovismo” (A. Hookema, en The Four Major Cults. 1963, pág 238)
b) “Una horrible mala traducción... errónea, perniciosa.. reprensible. Si los testigos toman esta traducción en serio son politeístas” (Dr. Bruce M.Metzger de la Universidad de Princeton. Profesor de Lenguaje y Literatura del Nuevo testamento)
c) “Una traducción que es gramaticalmente imposible. Es abundantemente claro que una secta que traduce el Testamento de esta manera, carece de honradez desde el punto de vista intelectual” (Dr. William Barcalay de la Universidad de Glasgow, Escocia) Así nació la Traducción del Nuevo Mundo, que sólo es leída por los Testigos y por los que la adquieren desconociendo sus falsedades.

3.- Fundamentos de la TNM
La doctrina de los Testigos de Jehová sobre la Biblia pretende fundamentarse en estas tres proposiciones: 1ª. Sólo la Biblia contiene la Palabra de Dios. 2ª. Los creyentes debemos guiarnos sólo por la Biblia. 3ª Sólo los testigos de Jehová interpretan bien la Biblia. A la luz de estas premisas habrá que entender que, antes de los Testigos de Jehová, todos los grandes teólogos y escrituristas fueron unos ignorantes, que hablaban de lo que no entendían. Habrá que entender, igualmente, que la autoridad que Jesucristo dio a San Pedro para guiar el rebaño, en realidad, no se lo dio a él sino a los dirigentes de los Testigos de Jehová. La TNM debe ser considerada como lo que es, una verdadera manipulación de los textos bíblicos llevada a cabo por los dirigentes de la Sociedad para adecuarlos a sus doctrinas preconcebidas. Han llegado al extremo de quitar, modificar o dar un significado distinto a un sinfín de palabras y de párrafos (se calcula que a más de 300)

4.- Cuatro muestras de falsificación:
En el capítulo cuarto comentaremos varias de estas modificaciones; ahora, solamente cuatro, muy brevemente, confrontando una de las traducciones católicas de la Biblia, la conocida por “Biblia de Jerusalén ( en adelante BJ) y la Traducción del Nuevo Mundo (TNM):

Juan 10, 38:
B.J.: “..así sabréis y conoceréis que el Padre está en mí y yo en el Padre”
TNM.: “.. a fin de que lleguen a saber y continúen sabiendo que el Padre está en unión conmigo y yo en unión con el Padre”.
Comentario: El agregado “en unión” o “en unión con” intenta relativizar o disminuir la profunda relación que existe entre Dios Padre y Dios Hijo, tal como la expresa la BJ con el “está”.

Tito 2, 13:
BJ.: “...aguardando la feliz esperanza y la gloriosa manifestación del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo”
TNM.: “.. mientras que aguardamos la feliz esperanza y la gloriosa manifestación del gran Dios y del Salvador nuestro, Jesucristo”
Comentario: En la traducción de la TNM se espera la manifestación de dos seres distintos: el gran Dios Y el Salvador del mundo. En la BJ el gran Dios y Salvador del mundo es una misma Persona.

Colosenses 2, 9:
BJ.: “Porque en Él habita la plenitud de la divinidad corporalmente”.
TNM.: “Porque en Él mora corporalmente toda la plenitud de la cualidad divina”
Comentario: Cambian divinidad por cualidad divina. Se persigue marcar la diferencia entre Dios y Cristo. A pesar de la evidente manipulación, no es comprensible que Cristo tenga la plenitud de la cualidad divina y no sea Dios, como ellos afirman.

Hebreos 20, 28:
BJ.: “Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo, como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios, que Él se adquirió con la sangre de su propio Hijo” 
TNM.: “Presten atención así mismos y a todo el rebaño entre el cual el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios, que Él compro con la sangre del Hijo suyo”.

Comentario: Destacamos tres errores:
1. espíritu santo (con minúsculas) para negarle la naturaleza divina, ya que le consideran una “fuerza” y no una Persona.
2. Los vigilantes que pastorean son los obispos, episkopous en griego, y no los superintendentes, palabra que carece de dicho significado.
3. La congregación es la célula básica de los Testigos de Jehová. La palabra bíblica original es ekklesia, que significa Iglesia. Ellos la rechazan porque consideran a la Iglesia una obra de Satanás.

5.- ¿Cómo interpretar las supuestas contradicciones de la Biblia?
No hay tales contradicciones. Cada texto tiene su verdadero sentido dentro del propio contexto, no aislado de él. Por tanto, hay que atender siempre al contexto en que se inscribe el texto que intentemos examinar. Es verdad que, en la Biblia, hay textos difíciles de interpretar. Para lograrlo, hay que interpretarlos a la luz de los textos claros, que hay sobre la misma materia.
Dios es el verdadero autor de toda la Biblia y no puede contradecirse, pues iría contra su santidad. Si en un texto dice claramente una cosa, en ese mismo sentido hay que interpretar los textos que se presenten obscuros.

6.- ¿Quién tiene autoridad para interpretar la Biblia?
Sabemos que Jesucristo dio a Pedro el poder de guiar a su Iglesia. “Apacienta mis ovejas” (Jn 21, 17) “Confirma a tus hermanos” (Lc 22, 32) “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mt 16, 18)
Los Testigos de Jehová, fundados por Charles Taze Russell, entre los años 1870 - 1880, no han recibido ninguna autoridad de Dios para “apacentar las ovejas” , ni para “confirmar a los hermanos”, ni sobre ellos ha sido edificada la verdadera Iglesia de Cristo. ¿De dónde sacan su autoridad para interpretar la Sagrada Escritura?

CAPÍTULO TERCERO: Doctrinas erróneas de los Testigos de Jehová
Los Testigos de Jehová compendian las herejías más importantes de todos los tiempos. Es imposible, por no alargar demasiado este trabajo, presentarlas todas, ni refutarlas con los textos bíblicos correspondientes. A título de ejemplo, veamos solamente doce:

1.- Niegan el misterio de la Santísima Trinidad (El hombre en busca de Dios, pag 356-357). Reconocen que hay un solo Dios (son monoteístas); pero, no reconocen las tres Personas divinas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Doctrina católica: No creemos en tres dioses, sino en un solo Dios en tres Personas, porque así se ha revelado Dios en el Nuevo testamento, como una comunidad formada por tres Personas divinas distintas. Prueba de ello la encontramos en la anunciación del ángel a María (Lc 1, 35); en el bautismo de Jesús en el Jordán (Lc 3, 21-22); en la transfiguración de Jesús en el monte Tabor (Mt 17, 1-5); en el mandato de Jesús de bautizar a todas las naciones en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (Mt 28, 18-19); en la bendición de San Pablo a la comunidad de corinto: “La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo están con vosotros” ( 2 Cor 13, 14)

2.- Niegan la divinidad de Jesucristo
Los Testigos de Jehová no pueden ser considerados como cristianos, ya que niegan la naturaleza divina del Hijo de Dios, (Flp 2, 6-8; Col 1, 15; Hb 1, 3) Comparemos lo que dicen las dos Biblias.

Texto: Juan 1, 1:
BJ: “En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios”
TNM: “En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era un dios”.
Comentario:Tildada por los especialistas como gramaticalmente imposible, la traducción efectuada por los Testigos de Jehová pretende, al agregarle el artículo indefinido “un”, justificar su doctrina respecto a Cristo, a quien tienen por una persona divina de rango inferior, un dios con minúscula, y por tanto distinto a Dios-Jehová. En el texto griego, trascrito fielmente en la Biblia de Jerusalén, bajo ningún aspecto, puede deducirse la doctrina jehovista, sino al contrario, el verbo “es” declara y confirma la misma naturaleza divina entre Dios Padre y Dios Hijo (el Logos, la Palabra). En el pasaje completo de Juan 1, 1-5 la verdad de la deidad de la Palabra queda absolutamente evidenciada.
Dicen que Cristo es el arcángel Miguel (Despertad. ¿Quién es el arcángel Miguel?. pag 16-17; 8 de febrero del 2002) Desconocen que la segunda Persona de la Trinidad es llamada el “Enmanuel” (Dios con nosotros) (Mt 1, 23; Is 7. 14); quien es superior a todos los ángeles (Col 1, 16; Hb 1, 4-5; 1 Pe 3, 22); Él es el unigénito de Dios (Jn 3, 16). Miguel es uno de los príncipes prominentes (Dan 10, 13), lo que da a entender que existen otros arcángeles de su mismo rango.
El error de la negación de la divinidad de Jesús es el que más esconden los testigos de Jehová. En su revista ¡Despertad! Del 8 de diciembre de 1998, pág 8, reconocen que Jesús es el “unigénito” de Dios, pero definen unigénito como “primera y única creación divina”.
En cualquier diccionario podemos ver que la definición de unigénito es “hijo único” y no la dada por los testigos de Jehová para negar su divinidad, la cual ciertamente se deduce del hecho de que Él es el Hijo único de Dios.
Todo hijo es siempre de la misma naturaleza que sus padres. También Jesús es de la misma naturaleza de Dios su Padre; es decir, de naturaleza divina. Jesús es Dios. El Verbo (la segunda Persona de la Trinidad) quiso asumir la naturaleza humana y por eso quiso nacer y tener madre humana, la Santísima Virgen María. En Jesús hay, por tanto, dos naturalezas, la divina y la humana. Jesús es también el “Primogénito” porque es el primero de todos los que en Él somos hijos de Dios. Nosotros somos hijos adoptivos, por lo que no tenemos la naturaleza divina, sino que sólo participamos de ella por Cristo.

3.- Niegan la Persona del Espíritu Santo
En lugar de “Espíritu Santo”, los Testigos de Jehová escriben “espíritu santo” (con minúsculas), porque no lo consideran una Persona divina sino una “fuerza” de Dios.
Doctrina católica: Ya vimos en el error número uno que la Biblia habla de la Trinidad, de la que el Espíritu Santo es la tercera Persona. Además, ¿cómo se puede mentir a una fuerza? Sólo se miente a las personas. “Pedro le dijo: Ananías, ¿cómo es que Satanás llenó tu corazón para mentir al Espíritu Santo y quedarte con parte del precio del campo?” (Hb 5, 3)

4.- Niegan que Jesús murió en la cruz.
Según ellos, Jesús no murió en una cruz, sino en un “madero”. Todas sus representaciones artísticas de los últimos tiempos muestran a Jesús clavado en un “madero”, en forma vertical, con las manos encima de la cabeza sujetadas con un solo clavo. (El hombre más grande de todos los tiempos, Ed 1991; pág 125) Concluyen que no se debe venerar a la cruz.
Doctrina católica: En los Hechos de los Apóstoles 5, 30, leemos: “Pedro y los Apóstoles contestaron:...el Dios de nuestros padres resucitó a Jesús a quien vosotros disteis muerte colgándole de un madero.” La palabra “madero” no se refiere a la forma del instrumento de muerte, sino a la materia de que estaba hecho. No se oponen, por tanto, la palabra “madero” y la palabra “cruz”, porque el madero tenía la forma de cruz. El error de los testigos de Jehová les lleva a rechazar la cruz y su veneración; la cruz, para ellos, sigue siendo un signo de vergüenza e infamia. Para los cristianos es el signo de nuestra salvación por Cristo y es venerada por toda la cristiandad desde el tiempo de los apóstoles.
 “Decidí ignorar todo, excepto a Jesucristo y éste crucificado” (1 Cor 2, 2) “Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo” (Gal 6, 14) Los Testigos de Jehová no creen en Jesucristo como Señor y Salvador, no le adoran porque no le reconocen como Dios. Es lógico que, con esos precedentes, crean que venerar la cruz es una idolatría.

5.- Niegan la resurrección corporal de Cristo
Según ellos, Jesucristo resucitó como “un espíritu, sin cuerpo, éste se pudrió en la tumba.
Doctrina católica: ¿De dónde sacan esta doctrina? De la Biblia original, no. ¿Qué dice la Biblia al respecto? “No está aquí, ha resucitado... ved el lugar donde estaba” (Mt 28, 6) “Mirad mis manos y mis pies. Soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como veis que tengo yo” (Lc 24, 39) “Tomás, trae tu mano y métela en mi costado y no seas incrédulo sino creyente” (Jn 20, 27)
Los discípulos de Jesús, después de su pasión y muerte, estaban desesperanzados, por eso, las palabras de las mujeres que regresaban del sepulcro del Señor y dijeron que estaba vacío, “les parecieron desatinos y no les creyeron” (Lc 24, 11). Jesús se les apareció y “les echó en cara su incredulidad” (Mc 16, 14)
El Maestro se les apareció después varias veces y esa experiencia directa de Cristo Resucitado les retornó a la fe.

6.- Niegan la presencia real de Cristo en la Eucaristía
TNM: “También tomó un pan, dio gracias, lo partió y se lo dio a ellos diciendo: “Esto significa mi cuerpo que ha de ser dado a favor de ustedes. Sigan haciendo esto en memoria de mí”. También tomó la copa de la misma manera, después que hubieron cenado, diciendo: “Esta copa significa el nuevo pacto en virtud de mi sangre, que ha de ser derramada a favor de ustedes”
Biblia de Jerusalén: “Tomó luego el pan y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio, diciendo: “Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío”. De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: “Esta copa es la Nueva alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros” (Lc 22, 19-20) Lo mismo dicen los lugares paralelos: Mt 26, 26-28; Mc 14, 22-24; y 1 Cor11, 23-25)
Comentario: La traducción de los Testigos de Jehová es típica de las comunidades surgidas de la Reforma del siglo XVI que, en general, niegan la institución de la Eucaristía y que los Testigos han seguido, sencillamente, con la exclusiva finalidad de rechazar la presencia real de Cristo en la Eucaristía, han cambiado el verbo “es” por el verbo “significa” (he puesto ambos en negrita, para mejor localización).
Con esta misma finalidad alteraron el texto de Hechos de los Apóstoles 2, 42, donde dice la BJ.: “Acudían asiduamente a la enseñanza de los Apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones”. Sin embargo la TNM en vez de “fracción del pan”, que es la frase que entonces empleaban para designar la Eucaristía, la cambian por “ a tomar comidas”; esta frase más que recordarnos el instante en que el Señor compartió con sus Apóstoles la fracción del pan y la copa de vino, instaurando el sacramento de la Eucaristía, parece referirse más bien a una reunión de amigos para compartir una cena, lo que resulta sacrílego a todas luces.

7.- Niegan la maternidad divina de María
En su revista ¡Despertad!, órgano oficial de la secta, 8 de diciembre de 1998, pág. 8 escriben: “Hace 2000 años, Dios transfirió la vida de Jesús a la matriz de una virgen judía para que naciera como hombre. Aún hoy, la inseminación artificial permite al ser humano obtener resultados semejantes, en ciertos aspectos".
Comentario: Los Testigos de Jehová no creen en la divinidad de Jesucristo, ni en el Espíritu Santo.
Con estas premisas, es lógico que tampoco crean en la maternidad divina de María. A pesar suyo, la Biblia dice, con toda claridad: “Lo engendrado en ella viene del Espíritu Santo” (Mt 1, 20)
Es verdad que el misterio de la maternidad divina de María excede la comprensión humana. Tampoco María lo comprendió. “¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón” (Lc 1, 34) Pero, el mismo ángel la tranquilizó, diciendo: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios” (Lc 1, 35)

8.- Afirman que María, además de Jesús, tuvo otros hijos
¿De dónde sacan esta afirmación? De estos dos textos de la Biblia: 1º “¿No es éste el hijo del carpintero? ¿Su madre no se llama María y sus hermanos Santiago y José, Simón y Judas? (Mt 13, 55) 2º María “dio a luz a su hijo primogénito” (Lc 2, 7) Los Testigos de Jehová argumentan: Jesús fue el hijo primogénito de María, pero no fue el único, ya que le siguieron sus hermanos Santiago y José, Simón y Judas.
Doctrina católica: El vocablo “primogénito” no implica que haya más hermanos. El vocablo hebreo bekor indica el primer hijo de una madre, el cual pertenece a Dios y debe ser rescatado (Ex 13, 2) Primogénito tiene un sentido técnico legal y se aplica al primer hijo que nace, haya o no otros que nazcan después.
Los “hermanos” de Jesús: Aparece esta expresión en: Mt 12, 46 y 13, 55; Mc 3, 31 y 6, 3; Lc 8, 19; Jn 2, 12 y 7, 3.5; Hch 1, 14; 1 Cor 9, 5 y Gal 1, 19.
La palabra “hermano” es una traducción de la griega adelfos y ésta de la hebrea ah, la cual puede significar, además de hermano carnal, sobrino, tío, primo o pariente.
Tenemos varios ejemplos en la Biblia:

Sobrino: La Biblia dice que Lot era hijo de Aram, un hermano de Abram (Gen 11, 27), por tanto, Lot era sobrino de Abram; confirmado por la misma Biblia cuando dice: “Tomó Abram a Sarai, su mujer y a Lot, su sobrino” (Gen 12, 5). Más tarde Abram llama a Lot su “hermano”: “Abram dijo a Lot: Que no haya contiendas entre los dos... pues somos hermanos” (Gen 14, 8)
Tío: Isaac está casado con Rebeca, “era Isaac de 40 años cuando tomó por mujer a Rebeca, hija de Batuel el arameo.... hermana de Laban, arameo” (Gen 25, 20) y manda a su hijo Jacob que tome “mujer de entre las hijas de Labán, hermano de tu madre” (Gen 28, 2). Por tanto, Labán es tío de Jacob; lo que se confirma en Gen 29, 13, que dice: “En cuanto oyó Labán lo que de Jacob, hijo de su hermana, le decía, corrió a su encuentro” Pero, siendo tío, Labán llama a Jacob “hermano. “¿Acaso porque eres hermano mío vas a servirme de valde?” (Gen 29, 15)
Primo: “Hijos de Mejli: Eleazar y Quis. Murió Eleazar sin hijos, pero dejó hijas, y los hijos de Quis, sus hermanos, las tomaron por mujeres” (1 Par 23, 21) Nada tiene de extraño que, en las catequesis del primer siglo de la Iglesia, se llamase “hermanos” a los primos y parientes de Jesús, pues esa era la costumbre bíblica.
También los autores del Nuevo Testamento adoptaron la palabra adelfos para el mismo cometido, siguiendo a los LXX que lo habían hecho para el Antiguo Testamento. En Mc 6, 3 se llama a Jesús “ho Hiyios Marias” (El hijo de María). En el supuesto de que María hubiese tenido más hijos, Jesús no sería el Hijo, sino un hijo de María. El artículo determinado, tanto en griego como en español, indica unicidad.            Consecuencia: La palabra “hermanos”, en los versículos citados por los testigos de Jehová, debe ser traducida por “primos” o “parientes”. Los llamados “hermanos” de Jesús en Mt 13, 55 son Santiago y José, Simón y Judas. Entre los doce Apóstoles elegidos por Jesús, aparecen dos con el nombre de Santiago. “Los nombres de los doce Apóstoles son éstos:...Santiago el de Zebedeo y Juan, su hermano,...Santiago el de Alfeo..” (Mt 10, 2-3) Descartamos para nuestro propósito a Santiago el de Zebedeo, también llamado el Mayor, y nos quedamos con Santiago el de Alfeo, llamado el Menor. 
Vamos a comparar dos textos paralelos de la Biblia.
“Había también unas mujeres que le miraban de lejos, entre las cuales estaba María Magdalena, y María, la madre de Santiago el Menor y de José” (Mc 15, 40)
“Estaban junto a la cruz de Jesús su Madre y la hermana de su Madre, María la de Cleofás y María Magdalena” (Jn 19, 25)
Al pie de la cruz, además de María Magdalena, están María, la Madre de Jesús y María de Cleofás, madre de Santiago el Menor y de José. Son dos Marías distintas y hermanas por lo que sus hijos no pueden ser hermanos, en sentido estricto, sino primos o parientes, según ellas sean “hermanas”, interpretado como primas o como parientes.
Como consecuencia de afirmar que María tuvo varios hijos, los Testigos de Jehová no admiten su virginidad perpetua. Los católicos la defendemos, pues confesamos que Jesús fue su hijo único.

9.- Niegan la existencia del infierno
TNM.: “ Y éstos partieron al cortamiento eterno...”
BJ.: “E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a la vida eterna” (Mt 25, 46)
Comentario: Observamos que los Testigos de Jehová han cambiado la palabra “castigo” por la palabra “cortamiento”. Con esta manipulación pretenden poner de manifiesto su rechazo a la existencia del infierno, ya que sostiene que todos los que no se conviertan a Jehová serán aniquilados, esto es, reducidos a la no existencia.

10.- Niegan la inmortalidad del alma
En la Atalaya del 1 de marzo de 1995, pg 29-31, hay un artículo titulado “Un dilema teológico” en el que podemos leer que “los primeros cristianos rechazaban la enseñanza apóstata sobre la inmortalidad del alma humana”. En muchos de los libros y revistas de los Testigos de Jehová se sostiene la teoría del aniquilamiento de todos los que no acepten las doctrinas de la secta.
Comentario : La Iglesia Católica juntamente con todas las más importantes Iglesias Cristianas, y con el Judaísmo y el Islamismo, creen firmemente que el hombre, al haber sido creado “a imagen y semejanza de Dios” (Gen 1, 26), está dotado de una substancia inmortal, que llamamos alma, la cual sobrevive después de la muerte del cuerpo. Tanto la salvación como la condenación eternas se sustentan en la inmortalidad del alma. Si no fuese el alma inmortal, sería una contradicción hablar de salvación y de condenación eternas.

11.- Niegan la posibilidad de la salvación para todos en Cristo
Solamente se salvarán un grupo selecto de Testigos, conocido como “los 144.000” o “los ungidos”. La gran mayoría de Testigos, conocidos como “las otras ovejas” o “la gran muchedumbre” sólo tendrán la posibilidad de tener una vida eterna en el paraíso terrenal. Todos los demás que no acepten sus enseñanzas serán aniquilados de la faz de la tierra. (“Noticias gozosas” del Apocalipsis, La Atalaya, 1 de diciembre de 1999, pág 13)
Doctrina católica: Han tomado al pie de la letra los pasajes bíblicos del Apo 7, 9-14 y 14, 1. Los 144.000 es un número simbólico que no aparece en ningún otro texto de la Biblia. Todos los “bienaventurados” tendrán su recompensa en el cielo (Mt5, 3-12) “Todos verán la salvación de Dios” (Lc 3, 6) Incluso los 144.000 “han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero” (Apo 14, 4) Si los llama “primicias” significa que son los primeros en recibir la salvación, no los únicos, ya que “había una gran muchedumbre, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos” (Apo 7, 9)
Esto es así porque “Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1 Tim 2, 4)

12.- Prohíben llamar “Padre” y dar títulos de honor
“Pero vosotros no os hagáis llamar Rabí, porque uno solo es vuestro Maestro y todos sois hermanos. No llaméis padre a nadie sobre la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, que está en los cielos” (Mt 23, 8-9)
En este texto se basan los Testigos de Jehová para su prohibición.
Comentario: Todo texto de la sagrada Escritura debe estar en consonancia con su contexto. En Mt 23, 1-12, que es el contexto del que nos ocupa, observamos que Cristo está dando una lección de humildad a los fariseos, quienes “hacen todas sus obras para ser vistos de los hombres” (Mt 23, 5), olvidando que “el que se ensalzare será humillado y el que se humillare será ensalzado” (Mt 23, 12) La Iglesia es el Pueblo de Dios en el que hay variedad de miembros y de funciones. La dignidad bautismal es la misma para todos, pero cada uno tiene una función diferente dentro del conjunto.
La Iglesia honra al Papa, los Obispos y los Sacerdotes porque reconoce en ellos la consagración que recibieron, ordenada a su ministerio. La honra que se les tributa no es para exaltar a las personas, lo que sería reprensible por fomentar su orgullo, sino para reconocer la dignidad de su ministerio. Este el sentido que, ateniéndonos al contexto, supera la interpretación literal del texto en cuestión, dada por los Testigos de Jehová.
Así lo entendió la Iglesia primitiva: San Pablo, en 1 Cor 4, 15, se llama a sí mismo “padre”. “Aunque hayáis tenido diez mil pedagogos, en Cristo, no habéis tenido muchos padres. He sido yo quien, por el Evangelio, os engendré en Cristo Jesús” .
San Pablo llama “hijo”, varias veces, a Timoteo y a Tito, lo que induce a pensar que ellos le llamaban “padre”. “A Timoteo, mi amado hijo” (2 Tim 1, 2) “Tú, hijo mío, fortalécete en la gracia de Cristo Jesús” ( 2 Tim 2, 1) “A Timoteo, verdadero hijo en la fe” (1 Tim 1, 2) “A Tito, hijo mío verdadero, según la fe común” (Tito 1, 4)
San Esteban llama “padres” a los miembros del Sanedrín que le están juzgando. “Él contestó: Hermanos y padres, escuchad” (Hch 7, 2)
El mismo San Pablo llama “padres” a su jueces. “Hermanos y padres, escuchad la defensa que ahora os dirijo” (Hch 22, 1) Abundando en nuestra argumentación, podemos hacer una pregunta a los Testigos de Jehová: ¿Cómo os llaman a vosotros vuestros hijos? ¿Es que les tenéis prohibido que os llamen “padre”? En buena lógica con vuestra doctrina, así debería ser, porque la Biblia dice: “No llaméis “padre” A NADIE sobre la tierra” Misioneros y misioneras, Testigos de Jehová, hombres y mujeres de buena voluntad, no prediquéis lo que no practicáis.
San Pablo reconoce, con humildad, su paternidad espiritual adquirida por la siembra de la vida nueva del Espíritu, que configura con Cristo. Es verdad, por otra parte, contrario al Evangelio de Jesús, aferrarse a los títulos; la sencillez y la humildad deben presidir las relaciones de unos miembros con otros en el Pueblo de Dios.

CAPÍTULO CUARTO: Características de los Testigos de Jehová
1.- Organización: Su organigrama contiene once escalones:
1. Jehová
2. Jesucristo
3. El esclavo fiel y discreto ( El Presidente)
4. El Cuerpo Gobernante (Los dirigentes)
5. El Siervo de Zona
6. El Siervo de Sucursal
7. El Siervo de Distrito
8. El Siervo de Circuito
9. El Superintendente o Anciano
10. El Siervo ministerial (Pastor)
11. El Propagandista o Vendedor.
El Presidente y los siete dirigentes son vitalicios y dirigen la secta desde su sede de Brooklin, en Nueva York. Cada nación tiene su Director General (Siervo de Sucursal) con las correspondientes subdivisiones en las provincias y ciudades. No tienen ministros ordenados; cada Testigo es considerado como un verdadero ministro.
La célula básica es la Congregación”, que no suele llegar a 200 miembros y que se reúne en el “Salón del Reino”, que podría ser el equivalente a la parroquia católica. Tienen cuatro reuniones semanales: dos, dedicadas al estudio de la Atalaya; una, a las técnicas de propaganda y la cuarta al culto religioso.
La importancia que conceden al estudio de la Atalaya se pone de manifiesto en las líneas siguientes: “El medio principal por el que Jehová enseña a su pueblo es el estudio semanal de la Biblia con la ayuda de la Atalaya” (Atalaya, 1 de agosto de 1995)

En 1943 el Vicepresidente Frederick Franz, y el Presidente, Nathan Homer Knorr, dieron el siguiente testimonio, bajo juramento, en un tribunal:
Caso de Olin Moyle v. WTB&TS, Repregunta de Frederick W. Franz, 1943, secciones 2596-2597, pág. 866:

Pregunta: De todos modos, ¿Jehová Dios es ahora el editor del periódico (La Atalaya), es eso correcto? 
Respuesta: Él es, hoy día, el editor del periódico.
Pregunta: ¿Por cuánto tiempo ha sido Él el editor del periódico?
Respuesta: Desde su inicio Él lo ha estado guiando.

Caso de Olin Moyle v.WTB&TS, Repregunta de Nathan Homer Knorr 1943, sección 4421, pág 1474:

Pregunta: ¿En verdad (La Atalaya) es dada directamente como la Palabra de Dios, no es así?
Respuesta: Sí, como su Palabra.
Pregunta:¿Sin ninguna reserva en absoluto?
Respuesta: Eso es correcto.

2.- Crecimiento
La secta de los Testigos de Jehová es la de mayor crecimiento en el mundo. La mayoría de sus conversos provienen del cristianismo, una gran parte apóstatas de la Iglesia Católica.

¿Cuál es el secreto de su éxito?
Están centrados en su creencia principal: “En cualquier momento puede llegar la “gran tribulación” el Harmagedón, que eliminará todo mal y todo sufrimiento. Cristo vendrá a establecer un reino milenario, el reino de Jehová en la tierra, restaurando el paraíso terrenal del principio. Sólo se salvarán los Testigos de Jehová porque solamente ellos le obedecen”.
Con esta doctrina, publicada en innumerables folletos y libros, en sus revistas “Atalaya” y “!Despertad!” y pregonada por sus miles de propagandistas, es fácil sembrar el miedo en la gente poco instruída y en la desencantada.
En general, los propagandistas de los Testigos de Jehová tienen poca preparación en el campo bíblico. Se aprenden de memoria unos pasajes que consideran clave, completamente desconectados del contexto e interpretados a su modo para confirmar sus teorías.
Así se lanzan a trabajar de casa en casa, de calle en calle, siempre de dos en dos, paran a una persona sola a la que abruman con su charlatanería sobre los males del mundo, la cercana venida de Cristo y la necesidad de buscar la salvación, lógicamente, ingresando en los Testigos de Jehová.
Su táctica de hablar mucho y no dejar hablar, por lo visto, les da muy buen resultado. Pero no deja de ser un grave engaño.

¿Cómo viven los propagandistas su doctrina?
Con obediencia ciega y total a los líderes, aislamiento lento y progresivo de todo influjo exterior, destrucción de la personalidad y desvalorización de la vida anterior, todo ello utilizado por una poderosísima organización económica que hace un proselitismo muy agresivo.

Analicemos lo anterior:

a) Obediencia ciega y total a sus líderes:
Los católicos creemos en la obediencia total a Dios. Los testigos de Jehová exigen obediencia absoluta a las doctrinas y prácticas emanadas de sus dirigentes y que, a veces, son contrarias a la vocación cristiana. Por ejemplo, a los matrimonios que trabajan en su sede central se les prohíbe tener hijos mientras trabajen allí. He aquí una exhortación hecha en la Convención de los Testigos de Jehová, Distrito “Integrity Keepers”, verano de 1985: “Debemos trabajar bajo la dirección del Cuerpo de Gobernantes y de los Ancianos de nuestras Congregaciones. Si una de estas instrucciones fuera : ¡Salta! Nuestra única respuesta debe ser: ¿Desde qué altura? ¿A qué distancia?”
Los Testigos de Jehová confunden la obediencia debida solamente a Dios con la obediencia a sus dirigentes.

b) Aislamiento progresivo del mundo exterior
Tratan de aislar a los miembros de toda relación con personas que no pertenezcan a la secta, ya sean familiares, amigos o instituciones de la sociedad.
El trato se reserva exclusivamente a los miembros de la secta. Se comprende que este proceder acarrea infinidad de problemas, tanto familiares como sociales.
Se prohíbe la celebración de la Navidad, de los cumpleaños, de los días de fiesta familiares o sociales; se prohíbe votar o participar en política. Toda autoridad religiosa o civil, fuera de los Testigos de Jehová, viene de Satanás.
Los Testigos de Jehová celebraron la Navidad hasta que Rutherford lo abolió, alegando que no era bíblica. En la portada del número de diciembre de 1993 de la revista “This Rock” aparece la fotografía de Rutherford celebrando la Navidad de 1926 con otros dirigentes. Si un testigo es expulsado, puede seguir visitando el Salón del Reino, pero no puede hablar con los miembros, ni éstos con él, aunque sean familiares muy cercanos, todos deben actuar como si no se conociesen.
Las falsas profecías sobre los últimos tiempos, inventadas por sus líderes, sin base alguna en el cristianismo ni en la razón, fomentan el aislamiento y la huída de la sociedad. Los Testigos de Jehová no reaccionan ante tanto incumplimiento. Al contrario, tras la desilusión del momento, cambian la fecha o la interpretación, o la reemplazan por otra profecía, en una cadena sin fin.

c) Desvalorización de su vida anterior del posible adepto
Al principio, a los posibles adeptos les ocultan su rechazo a las verdades fundamentales del cristianismo. Les insisten, una y otra vez, en que su vida no tiene sentido y es mala porque está fuera de la obediencia total a Jehová; lo que equivale a decir, si quieres ser contado entre los elegidos, debes hacerte Testigo de Jehová.
La conciencia del candidato queda alterada con tal bombardeo de eslóganes y engaños. Otra táctica consiste en mantener al adepto lo más ocupado posible y acompañado de un testigo, quien le transmite las consignas y le presiona para que él también participe en la captación de nuevos adeptos.

d) Proselitismo agresivo
Todo testigo debe dedicar unas horas a la propaganda de la secta. Hay testigos que solamente se emplean en trabajos de jornada parcial, para poder disponer de 150 horas mensuales libres y dedicarlas a la propaganda.
Todos los meses, cada congregación debe enviar a la sede central de Brooklin un informe con los nombres, domicilios y los resultados obtenidos sobre cada persona visitada. Me asusta pensar que mis datos puedan estar en tal archivo.
Los propagandistas son adoctrinados en técnicas precisas sobre cómo llevar la conversación, cómo captar la atención, qué decir o qué no decir...Su lema es hablar y no escuchar. No importa tanto la verdad como lograr un nuevo adepto. Así son capaces de negar lo que es tan patente: las alteraciones que ellos han hecho en la Biblia, la falsedad de las profecías, el que su secta no existía antes del siglo XIX, etc. Todo ello basado en una inmensa propaganda. Tienen un enorme complejo de imprentas que produce millones y millones de Biblias, libros y revistas (Atalaya y Despertad), amén de gran cantidad de folletos. Imprime más de 15 millones de ejemplares de sus revistas cada semana, y tiene más de 5 millones de Testigos anunciando sus doctrinas en 230 países.
Tan gran cantidad de literatura no lleva el nombre del autor, porque consideran que es Jehová su verdadero autor.
Los Testigos de Jehová ignoran toda realidad histórica. ¿Dónde estaban antes de que apareciese su fundador? ¿Cómo es posible que crean que, durante diecinueve siglos y medio, Cristo ha abandonado a los suyos y los ha entregado a Satanás?
La verdad es muy diferente: Cristo prometió “Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mt 28, 20). Más todavía: Los testigos de Jehová aseguran que Abraham, Moisés, San Pedro y San Pablo y hasta el mismo Jesucristo eran miembros de los Testigos de Jehová, (Let God be True,. N.Y.: Watchtower Bible and Tract Society, Inc., 1946, pág. 213)

CAPÍTULO QUINTO: Prohibiciones y obligaciones más importantes
Son muchas y van cambiando con el tiempo, he aquí algunas de las más importantes:
 No deben casarse con quien no sea Testigo de Jehová.
No pueden acompañar a una boda a un familiar que no sea Testigo. Las mujeres no deben usar pantalones. Los hombres ni bigote, ni barba, ni pelo largo.
No debe celebrarse la Navidad, ni el aniversario de boda, ni los cumpleaños. No deben hacerse regalos por Navidad, ni en los cumpleaños.
No deben organizarse fiestas sociales con amigos y menos con los no Testigos. Se deben bautizar como Testigos, de otra forma no es posible la salvación.
No puede bautizarse ni ser Testigo el que fume tabaco. Es obligatoria la asistencia a las reuniones de los Testigos, so pena de ser castigado.
Es obligatoria la enseñanza de la Biblia, aunque sea preciso hacerlo con el látigo en la mano. Hay que predicar siempre, aunque se está cansado o sin ganas.
No deben ir a los hospitales religiosos para curarse.
No se deben comer morcillas ni nada en lo que intervenga la sangre.
No hay que dejarse poner transfusiones de sangre, antes dejarse morir.
No hay que colaborar en campañas caritativas, ni dar limosna a los mendigos.
No se puede servir en ningún ejército.
No se puede llevar nada de oro.

No es necesario hacer ningún tipo de comentario. Bien podemos aplicar a los Testigos de Jehová las palabras de Jesús: “!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los cielos!” (Mt 23, 13) “!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, pero por dentro estáis llenos de codicia y rapiña!”.(Mt 22, 25)
Los escribas y fariseos del tiempo de Jesús han sido sustituídos en nuestros días por los dirigentes de los de las sectas.

CAPÍTULO SEXTO: ¿Son una “secta” los Testigos de Jehová?

1.- La palabra “secta”

Literalmente, es el femenino del participio del verbo latino “secare” y significa “cortada”. Está latente, por tanto, la idea de “separación”; algo o alguien que se separa de algo o de alguien más importante, como la rama que se desgaja del árbol. Por algo y alguien pretendo indicar la doctrina y los adeptos a la misma. El diccionario de María Moliner defina secta como: “Doctrina enseñada por un maestro y seguida por sus adeptos. Particularmente, la doctrina y el conjunto de sus adeptos. Doctrina considerada errónea o que se aparta de la tradicional u oficial. Particularmente, la que se considera alienante o destructiva para sus adeptos.”

2.- Las sectas religiosas
Dejando aparte otros tipos de sectas, me limito a las religiosas, a las que defino como grupos religiosos, integrados por hombres y mujeres, que siguen a un maestro o líder, al que obedecen ciegamente y el cual ha cortado los vínculos que le unían a una religión tradicional y ha creado su propio cuerpo doctrinal.

3.- Algunos rasgos definitorios de las sectas religiosas
3.1.- La presencia de un líder fundador que presenta una doctrina.
3.2.- Sólo en la doctrina del líder está la verdad; él mismo se considera infalible y por lo mismo le tienen sus seguidores.
3.3.- Necesidad de una “conversión”: el adepto debe romper con su fe anterior y adherirse a la doctrina del líder.
3.4.- Todas las doctrinas distintas predicadas por todas las Iglesias cristianas, católica, ortodoxa, protestante o anglicana, son falsas y heréticas, y lo mismo las predicadas por otras sectas.
3.5.- Predican una salvación exclusiva y excluyente, es decir, sólo los miembros de la secta son “elegidos” y aceptados por Dios; todos los demás están excluidos de la misma y serán aniquilados por no aceptar la “verdad” predicada por la secta.
3.6.- Las sectas religiosas no son cristianas, pues no creen en la Trinidad, ni en la divinidad de Jesucristo, ni en la Persona del Espíritu Santo, etc.
3.7.- Practican un proselitismo agresivo que incluye técnicas de lavado de cerebro.
3.8.- Tienen un perfil apocalíptico, de continua obsesión por la inminente venida de Cristo y el fin del mundo.
3.9.- Falsean la Biblia, en sus traducciones modifican y cambian el significado original de muchas palabras. 3.10.- Se constituyen en grupos de protesta contra el orden social establecido en cada nación.

Ahora, volvamos a la pregunta que encabeza el capítulo, ¿Son una secta los Testigos de Jehová? La respuesta es tan importante como sencilla: Basta cotejar lo dicho en los cinco primeros capítulos con lo dicho en el sexto y sacar las conclusiones pertinentes.
Los diez rasgos apuntados como definitorios de las sectas son íntegramente aplicables a los Testigos de Jehová, por tanto, mientras no cambien, son una secta. Ya sé que no les agrada que se les denomine de esa forma, pero ésa es su realidad. Si quieren ser Iglesia deben cambiar su doctrina.

CAPÍTULO SÉPTIMO: 



CAPÍTULO OCTAVO 
¿Cuál debe ser la táctica de un católico cuando sea abordado por los Testigos de Jehová?
Ante todo, no dejarse impresionar por su verborrea. Si el católico no se siente seguro y bien pertrechado de conocimientos, no debe entrar en discusión con ellos. Con la discusión, vacía de contenidos y llena de tópicos, sólo va a sacar una gran confusión.
En última instancia, les puede decir que eres católico y que no deseas entablar ninguna relación con ellos. Que exiges que te respetan, como tú les respetas a ellos.
El católico debe mantener la caridad
Los Testigos misioneros suelen actuar “de buena fe” y han de ser tratados con una actitud de comprensión, no de condenación. No son enemigos a los que hay que atacar, sino personas, redimidas por Cristo, que han caído en el error y con las que ha de tratar de compartir la luz y el amor de Cristo.
Eso no es contrario a mantener, al mismo tiempo, una actitud de firmeza. No permitir que ellos dominen la conversación y no escuchen tus razones. Si insisten en ese comportamiento de “monólogo”, será mejor despedirse con cortesía.

CONCLUSIÓN:
La Biblia nos advierte: “Surgirán muchos falsos profetas, que engañarán a muchos. Y al crecer cada vez más la iniquidad, la caridad de la mayoría se enfriará. Pero el que persevere hasta el fin, se salvará” (Mt 24, 11-13)
Estamos en una época de gran apostasía. Cada año millones de fieles abandonan la sana doctrina de la Iglesia Católica para ingresar en los Testigos de Jehová o en otras sectas. Se pierden por falta de conocimientos o por la tibieza de su fe. Las sectas llenan el vacío con falsas doctrinas y con un celo digno de mejor causa.
El reto de las sectas debería hacer despertar a los católicos del cómodo letargo en que vivimos la mayoría. El mundo, y en concreto nuestra nación, ha dejado de ser católica en gran parte de su población. Hemos de convivir con toda clase de credos y confesiones. Hay tal confusión de ideas, de mensajes y de salvaciones que estamos cayendo en el escepticismo.
En este panorama, el católico o lo es de verdad, bien formado, practicante, seriamente comprometido y testigo de su fe o pronto dejará de ser católico y presa fácil de cualquiera de las muchas sectas que pulular por estos lares.
Nuestra única defensa es poner los ojos en Cristo, profundizar en el conocimiento de la verdadera fe y, enamorados de ella, ser “testigos” de Cristo Jesús.
Sin renunciar a la “cantidad”, porque el mandato es “predicar el Evangelio a toda criatura”, hemos de robustecer la “calidad”. Si en tiempos no muy lejanos parecía suficiente el “cristianismo sociológico”, hoy es una imprudencia contentarse con él; hoy es una necesidad el cultivo de grupos comprometidos que puedan ser la levadura ante la masa de indecisos, alejados o desilusionados. Los grupos comprometidos están llamados a ser la “sal” y la “luz” de la sociedad alejada de Dios.
Sólo cuando tengamos luz abundante podremos disipar las tinieblas de nuestro alrededor. Cristo es nuestra Luz, nuestro Camino, nuestra Verdad y nuestra Vida. Estemos seguros. Jesús nos lo prometió: “Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28, 19) A Él elevamos nuestra oración suplicante para que nuestros hermanos, los Testigos de Jehová, le vean y le sigan como el único Camino para ir al Padre.

Actitud cristiana ante las sectas

I N D I C E
INTRODUCCIÓN
CAPITULO PRIMERO:
Historia de los Testigos de Jehová
1.- El nombre ¿Cuál es el nombre de Dios en el Nuevo Testamento?
2.- El fundador de los Testigos de Jehová: Charles Taze Russell Russell, el profeta fracasado Los periodos de la historia de la humanidad Russell, el hombre “ejemplar”
3.- Joseph Franklin Rutherford, segundo presidente. Rutherford, profeta Fechas inventadas y profecías incumplidas
4.- Natan Homer Knorr, tercer presidente

CAPITULO SEGUNDO: La Biblia de los testigos de Jehová
1.- La traducción del Nuevo Mundo (TNM)
2.- ¿Qué opinan los especialistas en la Biblia de la TNM?
3.- Fundamentos de la TNM
4.- Cuatro muestras de falsificación
5.- ¿Cómo interpretar las supuestas contradicciones de la Biblia?
6.- ¿Quién tiene autoridad para interpretar la Biblia?

CAPITULO TERCERO: Doctrinas erróneas de los Testigos de Jehová
1.- Niegan el misterio de la Santísima Trinidad
2.- Niegan la divinidad de Jesucristo
3.- Niegan la Persona del Espíritu Santo
4.- Niegan que Jesús murió en la cruz
5.- Niegan la resurrección corporal de Cristo
6.- Niegan la presencia real de Cristo en la Eucaristía
7.- Niegan la maternidad divina de María
8.- Afirman que María, además de Jesús, tuvo otros hijos
9.- Niegan la existencia del infierno
10.- Niegan la inmortalidad del alma
11.- Niegan la posibilidad de salvación para todos en Cristo
12.- Prohíben llamar “padre” y dar títulos de honor

CAPITULO CUARTO: Características de los Testigos de Jehová
1.- Organización
2.- Crecimiento: ¿Cuál es el secreto de su éxito? ¿Cómo viven los misioneros su doctrina?: a) Obediencia ciega y total a sus líderes b) Aislamiento progresivo del mundo exterior c) Desvalorización de su vida anterior d) Proselitismo agresivo.

CAPITULO QUINTO: Prohibiciones y obligaciones más importantes de los Testigos de Jehová.

CAPITULO SEXTO:  ¿Son una secta los Testigos de Jehová?
CAPÍTULO SÉPTIMO: ¿Cómo operan los Testigos de Jehová? su táctica en SEIS PASOS.
CAPÍTULO OCTAVO: ¿Cuál debe ser la táctica de los católicos cuando son abordados?
CONCLUSION
Es un trabajo hecho por J. Jiménez. Madrid

2 comentarios:

  1. le doy grasias a mi señor Jesucristo k m guio al pleno conocimiento de la verdad y por poco caia en el error de los testigos de jehova a pesar de mi ignorancia dios m llamo en busca de la verdad viva la iglesia católica la que cristo fundo a quienes los poderes del infierno no prevaleceran sobre ella mat-16.18 amen jesus

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    1. Me uno a ti en la acción de gracias al Señor Jesús por no haber permitido tu caída en el error. Te doy mi abrazo de paz, te ruego que me tengas presente en tus oraciones y te promete tenerte en las mías.

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